La Oktoberfest de Múnich -fiesta de la cerveza-.

      La bienvenida.

La fiesta de la cerveza, una de las mayores fiestas folklóricas del mundo, Oktoberfest -fiesta de octubre- que comienza siempre en un sábado en septiembre -y por cuestiones climáticas no en octubre- y debe finalizar dos semanas más tarde, exactamente el primer domingo de octubre (con excepciones de que el 3 de octubre, feriado nacional, caiga en lunes o martes, con lo que la fiesta se extendería de 16 a 17 o 18 días, como ya ha pasado).
Si no te gusta la cerveza, si te abruma el gentío, si los alemanes te parecen por demás aburridos, si los extranjeros que la visitan te caen de pesadilla, si te marean los juegos de la feria, si los bávaros con sus cortos pantalones de piel y sus sombreros con plumas te parecen cómicos y las bellas bávaras con sus trajes -Dirndl- te asombran por sus escotes, si vas a quejarte de que te pisen, empujen y te hablen con aliento a alcohol, si pisas en algún momento excrementos de caballos, si la música bávara te parece pesada y también te aturde, entonces igual: no te quedes en casa por nada del mundo! Vívela en carne propia! Una vez en tu vida lo tienes que ver, escuchar, oler, sentir, probar. Después recién, sacarás tus propias conclusiones y también las podrás contar...

Tradicional entrada de uno de los carros portadores de barriles.

Camareras y camareros en su llegada a las carpas.

Ellos también lucen sus "joyas".

Llegada en carroza del alcalde/ intendente de Múnich, Dieter Reiter.

Cerveza acumulada durante 364 días...

Historia.
De los festejos del matrimonio entre el príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia-Hildburghausener en 1810, "nació" la fiesta de octubre. Desde entonces se conmemora la boda en la ahora llamada Theresienwiese -Prado de Teresa-, o simplemente "Wiesn" para los alemanes.

Souvenirs.

Tradición.
La fiesta recibe cada año entre 6 y 7 millones de visitantes. Los propietarios -Wiesenwirte- de las cervecerías -carpas gigantes-, los feriantes (los que tiene sus puestos fuera de las carpas) y el alcalde de la ciudad, son los que inauguran oficialmente la fiesta un sábado por la mañana, llegando desde el centro de la ciudad al prado en carrozas y carros adornados tirados por caballos y cargados de barriles de cerveza. El mismo alcalde será quien, a las 12:00 en punto del mediodía, abrirá el primer barril -en la carpa Schottenhamel- a golpe de martillo y pronunciará el esperado "O'zapft is!" (en bávaro: ya está abierto). Él mismo servirá el primer Maß -jarro de 1 litro- y se lo ofrecerá al gobernador de Baviera. Esta señal dará el permiso a todos los camareros de todas las carpas a comenzar a servir.
Con unas 14 carpas -carpones, en realidad- y una capacidad total de 71500 plazas sentadas dentro y otras 30500 afuera, el desborde de cada carpa es total, cerrándose la mayoría de ellas una hora después de abiertas al público, que es a las 11:00 de la mañana. Con reservas, igualmente la cola para entrar se te hará interminable. Con lluvia y mal tiempo será peor, al quedar anulados los lugares al aire libre -las carpas más grandes tienen una capacidad para 6000 personas sentadas dentro y otras 4000 afuera-. Cada orquesta termina de tocar a las 23:00 y con ellas se termina la fiesta. Y así cada día de la semana.

Especiales.
Sobre la feria, con juegos para todas las edades, caminar también se te hará difícil. Días especiales:  los juegos en los que están permitidos los niños, tienen un descuento los días martes (día de los niños y famila). En las carpas no se permiten menores después de las 18:00, cualquier día. Hay también días y carpas especiales para homosexuales y lesbianas, y también para jubilados y pensionados. Tradicionalmente, el fin de semana del medio es el llamado "italiano", dándote la impresión que toda la península ha "subido" a Múnich... Italianos, ingleses e irlandeses, estadounidenses y australianos, tiene sus carpas preferidas, cada año las mismas. Igual que la gente de cine y televisión, y los que en lugar de cerveza prefieren vino, sidra o champagne (en la "Weinzelt"). En las carpas se deja de servir a las 23:00, excepto la "Käfer", que está abierta hasta la 01:00 -y dónde es más que imposible ingresar, solo para público exclusivo: gente de cine y televisión, "sangre azul" europea-.

Cervezas.
La "Cerveza Oktoberfest" es una marca registrada por el Club de Cerveceros de Múnich. Dicha cerveza debe ser fabricada dentro de los límites de la ciudad  y ser provista de la Ley de Pureza -Reinheitsgebot- decretada en 1516, que establece que la cerveza debe ser elaborada solo a partir de tres ingredientes: agua, cebada malteada y lúpulo.  La ley no menciona la levadura -descubierta recién en 1810 por Louis Pasteur- como parte de la fermentación de la cerveza. La cerveza que beberás en esas dos semanas no la encontrarás el resto del año. En 2014 el Maß (mass) de cerveza, de un litro, es de unos 10€, dependiendo de la carpa -cada carpa es una marca diferente de cerveza-. Sin contar conque cada camarera esperará su propina. Y no obtendrás tu cerveza si no estás sentado al momento de pedirla, por regla que cada tanto se podrá quebrar...

Curiosidades.

No te sorprendas si pierdes algo, puede ser tu día de no tan mala suerte y recuperarlo en la oficina de objetos perdidos ahí mismo sobre el predio, o después en una oficina en la ciudad abierta hasta el 31 de enero del año siguiente. Cada año hay una estimación de 4000 objetos y otros seres vivientes perdidos... A saber: llaves, documentos, abrigos, billeteras, celulares, cámaras fotográficas, paraguas, muletas, sujetadores (!), mochilas, gafas, joyas, perros. En números, encontrados en 2013: 555 billeteras, 280 mochilas, 420 teléfonos móviles, 100 cámaras fotográficas. Lo que se ha encontrado en los últimos años que más curiosidad aportan han sido: prótesis dentales, anillos de bodas, niños que sus padres se olvidan de recoger -sin perdón- y una silla de ruedas -sin explicación, sobre todo porque nunca fue reclamada-. El milagro de la Oktoberfest? Visítala y te sanarás! O por lo menos y más seguro, te divertirás a lo grande! Prost! (salud).

Recomendaciones.
Recomendaciones, ideas y consejos.
Las carpas se abren cada día a las 11:00, es relativamente fácil ingresar a esa hora sin tener reservas. Una hora más tarde estarán completas y se cerrarán las puertas. Las reservas comienzan a hacerse en noviembre y se aceptan por escrito, es decir carta y fax. El segundo horario de entrada es a las 17:00, donde aún con reserva en mano deberás esperar y hacer fila para poder ingresar. Las empresas, empresarios, jefes de oficina son los primeros en colmar las reservas, donde cada empleado estará invitado. En Alemania se toma una tarde o todo un día para pasar con los empleados y colegas de oficina.
Procura llevar contigo lo menos posible, si es un abrigo que sea algo que después puedas colgarte a la cintura -o algo que no quieras quitarte-. Con una fotocopia de tu pasaporte o documento de identidad te sentirás más seguro que con los originales. Dirección del hotel o lugar donde te alojas. Los teléfonos y cámaras fotográficas en bolsillos seguros o colgados, igual con el dinero.
Procura no inmiscuirte en una posible pelea.
Si vas con amigos, queda en un punto de encuentro específico en caso de que los pierdas de vista, no bastará con el móvil para encontrarse -si es que todavía lo llevas encima-.
No intentes robarte un Mass (jarra de cerveza), las penas son grandes y molestas y fuera de las carpas puedes comprarlas.
Viajar en el metro hacia la Oktoberfest será una odisea, necesitas buen humor y predisposición al amontonamiento. Subirte en los vagones de atrás te dejará respirar un poco más.

Información.
Cómo llegar: el metro U5 te dejará en el predio mismo, la parada es Theresienwiese. Las líneas U6 y U3 te llevan también, las paradas son Goetheplatz y Poccistrasse -esta última es ideal para regresar, muy poco utilizada-. La parada del tren rápido o de cercanías -Sbahn- es Hackerbrücke, pero ya tendrás que caminar un poco más. De todas formas, al bajar no tienes más que seguir a la muchedumbre...

Alemanas con trajes típicos, el "Dirndl". Se pueden comprar o alquilar.

                                   

                                                                    Hasta la vista...