viernes

Otro país, otras costumbres: China.

Has intentado ya retirarte de un restaurant en los Estados Unidos sin haber dejado sobre la mesa un mínimo del 10% de la cuenta de propina? No lo hagas, podrías pasar un mal momento. Y si dejar propina va en contra de tus principios o no tienes el dinero para ello, prueba mejor con un Hot Dog en un puesto callejero, no saben nada mal... Y en China? Recorrer China en invierno tiene su lado bueno, no ves miles de turistas como es habitual sino sólo unos mil doscientos millones de chinos que, cuando se te cruzen delante de tu cámara, te quedará una perfecta foto autóctona para el recuerdo. En una excursión programada el frío no debería sentirse tanto si no fuera porque en diciembre de 2002 fué registrado como el invierno más frío en el país de los últimos 150 años. Aún así, todas las noches, Sabine y yo salíamos de compras o sencillamente a recorrer -ella dejaba en el hotel a su marido y un hijo de 8 años-. Algunas veces también nos acompañaba otro alemán del grupo. Una de esas noches en Shanghai, comprando ropa de algodón y algún accesorio de seda (sino en China, en dónde?), dijimos de beber algo caliente antes de regresar al hotel. Entramos a un pequeño bar/cafetería y ahí nos quedamos una media hora. Al pedir la cuenta decidimos dividir la suma entre tres -en Alemania cada cual paga lo que ha consumido, nada se divide en partes iguales-. Los números no los recuerdo, son suposiciones: 7 yuanes, acordamos dejar 9. Nos preguntamos cómo debería dejarse la propina, acostumbrados a tratar sólo con gente que tiene que ver con el turismo y que extiende su brazo con la mano abierta. Probemos. Primer intento, llega la camarera a cobrar, le doy 10 yuanes y le digo que se cobre 9. Se ríe, contesta en un inglés tan pobre como el mío "9 no, 7". "Si, lo sé, pero por favor cobre 9". Los siguientes minutos se repitió la conversación, las dos alzando la voz, ella señalando en el papel el número 7. En un momento se dirigió -en mandarín, suponemos- a los dos jóvenes que trabajaban en la barra y entendimos perfectamente lo que les dijo "estos tontos no entienden que es 7 y no 9!" Sus señas y las risas de todos los presentes nos lo confirmaron... Segundo intento, mientras nos abrigábamos para salir. Y si se usa dejar la propina sobre la mesa? Dejamos las dos monedas, saludamos y salimos. Caminados apenas unos 10 metros nos alcanzó la camarera, corriendo y sonriente, a devolvernos las monedas que nos habíamos "olvidado".
Invierno en Beijing.
Exquisiteces que no me animé a probar...
Calorías invernales.

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